01. Kate Tempest – Let Them Eat Chaos
Tras la victoria del Brexit, muchos analistas políticos buscaban las razones del desencanto.. Les hubiese resultado más fácil escuchar los cerca de 50 minutos en los que la joven británica Kate Tempest clama contra las injusticias sociales, el desafecto humano o el consumismo bajo un ritmo neo-industrial que cautiva pese a que por momentos, al igual que sus compatriotas Sleaford Mods, sea difícil de entender al 100% su significado por toda la jerga local empleada..
02. Nick Cave and The Bad Seeds – Skeleton Tree
“Nothing really matters, nothing really matters when the one you love is gone” canta Nick Cave en su disco mas áspero y duro.. Decir eso teniendo en cuenta la carrera del australiano tiene miga, pero este disco parece ser la tabla de salvación a la que el “aussie” se aferró tras la muerte de su hijo de 15 años.. Bello y desgarrador a partes iguales, la presencia de una desconcertante “Distant Sky” le hace no ser el número 1 de este 2017.
03. Anderson .Paak – Malibu
Una explosión de sonidos a un ritmo fuera de lo común, donde igual nos encontramos a Brandon Anderson Paak a la batería que enganchando rimas. La unión perfecta del R&B, soul, hip-hop y funk, con un estilo cercano a los años 70 en un segundo LP que le coloca a la altura de los grandes.
04. Savages – Adore Life
La voz de Jehnny Beth se fusiona con unas baterías mucho más abruptas (si es que era posible) que en su disco de debut. Además las guitarras de Gemma Thompson parecen acercarse a base de acoples y distorsiones a los sonidos de sus queridos Bo Ningen o Swans, alejándose poco a poco del punk para caer en el rock más oscuro..
05. Anohni – Hopelessness
Un disco que empieza con 3 temas maestros como “Drone Bomb Me”, “4 Degrees” y “Watch Me” ya merece estar de sobras en el top 10, pero si a ello le sumamos la enésima conversión del artista anteriormente conocido Anthony, fusionando pop y electrónica de la mano de Hudson Mohawke y Oneohtrix Point Never, llega sobradamente al top 5.
06. Kaytranada – 99.9%
El debut del canadiense Louise Kevin Celestin ha confirmado todo lo bueno que se presagiaba en sus remixes.. La mezcla de ritmos R&B, jazz (impresionante “Weight Off” con la ayuda de BadBadNotGood), pop y hip hop junto con unas colaboraciones increíbles a las voces (Anderson .Paak, Craig David o Aluna George) hacen de este uno de los discos del año, y que a buen seguro se convertirá en modelo para el R&B mainstream de los próximos años.
07. De Staat – O
Después de coquetear con el blues-rock en su pasado trabajo “I_CON”, los holandeses De Staat se lanzan hacia sonidos más puros del rock para entregar un disco casi perfecto, que bien podría haber sido firmado por los mejores Queens Of The Stone Age. Un disco cuyos primeros 20 minutos pasan con una facilidad pasmosa, accesible para todos los públicos y repletos de hits.
08. David Bowie – ★
Publicado unos días antes de su muerte, el último disco de Bowie supone su vuelta a lo más experimental, con un sonido cercano al pop y al avant-jazz donde una oscuridad permanente se refleja en letras y arreglos. Con una voz temblorosa que ahora asfixia, el duque blanco canta a escenas tristes en estribillos pegadizos como los de “Girl Loves Me”, y se despide de todos nosotros con las melancólicas “Dollar Days” y “I Can’t Give Everything Away”.
09. PJ Harvey – The Hope Six Demolition Project
Polly Jean Harvey ya no es la joven que gritaba cercana al punk en Rid Of Me y su evolución ha sido modélica hacia una profeta de masas capaz de tocar sensibilidades en sus dos últimos discos. Si en Let England Shake nos hablaba de su querida Gran Bretaña, ahora toma el mundo como marco y de la mano de coros, percusiones y una sección de vientos increíble nos entrega un nuevo disco notable donde destacan “The Community of Hope” y “The Ministry of Defence” como hits atemporales.
10. Whitney – Light Upon The Lake
Surgidos de las cenizas de los brillantes Smith Westerns, la nueva banda de Mark Kakacek y Julien Ehrlich, da un paso al frente apoyándose en una sección de vientos (especialmente una trompeta hipnótica) y cuerdas clásicas ciertamente brillante. Su sonido que fusiona el pop rock americano con ritmos country o el lo-fi ha sido una de las sorpresas del año y “No Woman” uno de los temazos de este 2016.
11. Nicolas Jaar – Sirens
Difícilmente podrás encontrar este año un disco más emotivo y social que el del chileno.. Solo seis canciones eternas que mezclan pianos con sonidos electrónicos en el que nos topamos con un Nicolas Jaar mucho más serio y maduro que conocíamos hasta ahora, capaz de transmitir preocupaciones cotidianas de la sociedad. Ello no le impide acelerar el ritmo hacia el post punk en “The Governor” o incluso insertar ritmos latinos en “No”, pero sin lugar a dudas regalarnos la increíble “Three Sides Of Nazareth”, una explosión de potencia que deseamos ver pronto en directo.
12. King Gizzard & The Lizard Wizard – Nonagon Infinity
Resulta increíblemente difícil definir el disco de los australianos en pocas líneas.. Un álbum lleno de caos, psicodelia, guitarras, sintetizadores, voces robotizadas, frenesí, y sin embargo, perfecto en su conjunto, que te hace escucharlo una y otra vez sin parar. Con reminiscencias al garage moderno, pero con claras influencias de Black Sabbath o Pink Floyd, esta maravilla nos pone los dientes largos ante la promesa de 5 álbumes de la banda para 2017.
13. Radiohead – A Moon Shaped Pool
Es cierto que muchas de las canciones ya habían sonado en sus directos de los últimos años, pero aun así este A Moon Shaped Pool tiene como virtud sonar homogéneo cuando muchas de sus canciones pertenecen a diversas épocas de los británicos. Con la gran “Burn the Witch” como tema capital y la emotividad habitual de Thom Yorke a la voz desbordada en una nueva versión “True Love Waits”, nos encontramos con un álbum en el que sobresalen los cada vez más habituales arreglos orquestales de Jonny Greenwood.
14. Suede – Night thoughts
Suede demuestran en su segundo disco tras la vuelta a los escenarios que pese a estar cerca de los 50 siguen en forma. A pesar de que el disco se basa en una riqueza instrumental mayor, que ofrece un disco mucho más emotivo y cargado de estribillos oscuros que sus antecesores, este álbum nos deja nuevos hits como “Outsiders” o “No Tomorrow”, con una fuerza que recuerda al estilo de la banda a mediados de los 90.
15. Car Seat Headrest – Teens Of Denial
El joven Will Toledo consigue deslumbrar en algo tan manido como el rock low-fi gracias a un álbum excelso que parece aunar todo lo bueno de Dinosaur Jr, Pavement o Neutral Milk Hotel. Pese a que las canciones superan los 6 minutos con facilidad, nunca caen en el tedio y mantienen una frescura asombrosa, destacando “Fill in the Blank” o la que sin duda gana el premio a título del año, “The Ballad of The Costa Concordia”.
16. Skepta – Konnichiwa
Tras irrumpir en 2015, este 2016 ha sido el año del grime, y el de Skepta es el disco referente del movimiento. Un arranque explosivo, que igual mezcla ritmos de piano con rimas aceleradas que segundos después escuchamos sonidos de 8 bits bajo la voz de Wiley, es el punto fuerte de un disco que poco a poco va decayendo. Sin embargo, entre samples de sirenas de policía y bocinas, el global consigue sonar a unos Streets mucho más accesibles.
17. Leonard Cohen – You Want It Darker
Cuando con la edad de Leonard Cohen, uno graba un disco que arranca con un estribillo que dice “Estoy listo, mi Señor”, todos sus fans temimos su pronto fallecimiento.. Es cierto que todo suena a testamento vital, pero también que la mayoría de letras de este último disco rezuman esperanza y consejos que te daría tu abuelo para crecer en la vida. ¿Puede haber mejor carta de despedida que la solemne “It Seemed the better”?.
18. A Tribe Called Quest – We Got It from Here… Thank You 4 Your Service
Casi dos décadas esperando han merecido la pena. El que es su último trabajo como banda nos deja un disco más maduro y alejado de los ritmos jazz de sus inicios, pero con una presencia de guitarras rock o ritmos funky que te atrapan desde el segundo uno. Probablemente esa atracción se deba a que mantiene la frescura del Rap de sus inicios, gracias al sello inconfundible de ese fluir de voces que cargan contra la xenofobia, los medios de comunicación, la situación política o las odas a continuas a un Phife Dawg que está presente en cada canción del álbum. Su único pero es que se hayan decidido a publicarlo en un 2016 tan notable en lo que a discos se refiere..
19. Preoccupations – Preoccupations
El cambio de nombre les ha traído a los canadienses anteriormente conocidos como Viet Cong un extra de potencia y rabia. Si su disco de debut nos acercaba a un post punk más melódico, en este nuevo disco se intuyen influencias de Joy Division, pero también de los nuevos trabajos de The Horrors o incluso de la escena industrial de finales de los 80. Además incluye esa perla de casi 9 minutos que es “Memory”, uno de los temas del año.
20. DMA’s – Hills End
Está claro que si odiabas el Brit de los 90, este disco te va a resultar directamente insoportable.. Pero si eres de aquellos que echas de menos el sonido de los Gallagher, esta banda australiana ha plasmado en un LP todo lo bueno que prometían sus EP’s; singles facilones por doquier y ganas de bajar al pub a beberte 3 pintas del tirón.
21. Black Mountain – IV
Posiblemente el parón de 6 años ha hecho que el disco no tenga esa fuerza de sus predecesores y por tanto no llegue a la categoría de jodida obra maestra como nos acostumbran los canadienses. Sin embargo, los primeros 20 minutos, con una increíble “Mothers of the Sun”, siguen siendo superiores al 80% de los discos del mercado, fusionando Rock progresivo y psicodelia con la electrónica o el incluso el pop como solo ellos saben..
22. Glass Animals – How to be a Human Being
Los ingleses se alejan de las continuas comparaciones con Wild Beasts para acercarse un poco más al sonido de los australianos Alt-J al incorporar ritmos propios del hip-hop o el r’n’b. Así entregan un disco animado, en el que se atreven a tratar temas duros como las drogas, la salud mental o la pobreza sin perder un ápice de frescura.
23. Solange – A Seat at the Table
Si mezclas lo bueno de la música negra de los setenta, con el r’n’b y el pop comercial actual tienes ese sonido que impregna todo el disco de la pequeña de los Knowles. Además de las apariciones estelares de Lil Wayne o Kelly Rowland, destaca la colaboración de Kelela en “Scales”, que junto con un hipnótico sonido de sintetizador entregan la mejor canción del disco.
24. Swans – The Glowing Man
¡Por fin Michael Gira ha conseguido trasladar esa oscura atmosfera opresiva de sus directos a un disco! En su LP más sobreproducido, donde por fin se pueden escuchar con claridad la amplia gama de instrumentos que se fusiona con la grave voz de Gira, seguimos disfrutando de esos subidones épicos llenos de furia, pero con el añadido de deambular por otros estilos, como en las calmadas “When Will I Return?” o “Finally Peace”.
25. Bon Iver – 22, A Million
Si algo se puede afirmar tras la escucha del nuevo disco de Justin Vernon es que el americano ha arriesgado de lo lindo. Con claras influencias de James Blake o estrellas del Hip-Hop como Kanye West o Drake, el disco supone su salto hacia la electrónica experimental a hombros del Autotune. Sus letras y su esencia melancólica sigue ahí, pero ahora acelerada a ritmos de glitches y samples..
26. Daughter – Not To Disappear
¿Si algo funciona para que cambiarlo? Eso debieron de pensar Daughter con sus letras llenas de emociones personales y dolor contenido, como se puede ver en dos temazos como “No Care” y “Doing The Right Thing”.. Sin embargo, lo musical sí que avanza a un nuevo nivel, con mayor presencia de guitarras y batería acercándose así a un sonido post-rock que les sienta de maravilla.
27. DIIV – Is The Is Are
Los infinitos problemas internos y una espera más que eterna nos hicieron temer lo peor del segundo disco de DIIV. Sin embargo, la madurez parece haber sido un estímulo, elevando su estilo indie-rock a un nuevo nivel con unas guitarras increíbles que se mueven entre el dream y el noise, entregando en todas las canciones paisajes que lo mismo recuerdan para bien a Beach House que a Sonic Youth.
28. Die Antwoord – Mount Ninji And Da Nice Time Kid
Los sudafricanos siguen a lo suyo, a burlarse de la gente que les toma como una broma mientras que siguen entregando rompe pistas como “Banana Brain” para su cada vez más numerosa legión de seguidores. Nadie va a domesticarlos, pero su hardcore inicial va virando poco a poco hacia un pop de extrarradio que se presenta como un caramelo envenado con el que seguir inoculando sus perversas letras.
29. Blossoms – Blossoms
Al igual que en el caso de DMA’s, su sonido no es nuevo y se les puede acusar de ser el típico grupo prefabricado por la NME. La voz de su líder Ogden recuerda a la de Alex Turner de los Arctic Monkeys, las guitarras suenan a Oasis y la batería a The Stones Roses.. Nada original, pero todo perfectamente unido para entregar un disco que suena a indie, pero también a pop de calidad gracias a unos teclados geniales. !Por si eso fuera poco, además incluye uno de los temas del año como “Charlemagne”!
30. Warpaint – Heads Up
Los avances en forma de single bailable nos hacían presagiar un gran cambio para las angelinas, pero al final su sonido siempre vuelve al indie rock guitarrero con toques dream pop que tan bien se les da. Además del hitazo “New Song”, el álbum está lleno de buenas canciones como “Dre”, en el que se vislumbran influencias de Kendrick Lamar o una “By Your Side” que suena a la mezcla perfecta de la locura de Grimes con la emotividad de Daughter.
31. The Last Shadow Puppets – Everything You’ve Come To Expect
Ocho años después de su debut, Alex Turner y Miles Kane nos ofrecen un disco mucho más heterogéneo que su predecesor, en el que podemos disfrutar de sonidos más propios del pop de los 70 y en el que incluso se atreven con baladas y ritmos más lentos. Pero no nos engañemos, también hay parte de esa rabia mod-garage que ambos han abrazado en sus recientes discos en solitario, como se demuestra en “Bad Habits” o en el tema que da título al disco, donde las guitarras eléctricas son las grandes protagonistas.
32. Minor Victories – Minor Victories
La unión ficticia (toda comunicación fue a través de mail) de miembros de Editors, Mogwai o Slowdive ha dado un disco muy homogéneo que navega entre el shoegaze y el dream pop en donde la voz de Rachel Goswell se alza como principal protagonista frente a los increíbles muros sonoros creados principalmente desde las distorsiones en las guitarras. Su único defecto, una segunda mitad del disco que no está a la altura de la primera y que se hace especialmente pesada..
33. James Blake – The Colour In Anything
Es curioso que el disco de James Blake y el de las Warpaint se encuentren tan cercanos en la lista.. Precisamente este disco cuenta de una manera sosegada y afable la ruptura sentimental de Blake con la guitarrista de la banda americana, confesando a tumba abierta sentimientos encontrados con la ayuda y la sutileza de un piano y una electrónica amable, como se puede ver en los versos de “Meet you in the maze” (“All those songs that came before you / They were once awaiting / Music can’t be everything”).
34. Moderat – III
El tercer disco de los berlineses Moderat supone un pequeño acercamiento al pop electrónico, olvidándose de esos ritmos techno que tan bien dominan. Quizás por ello da la sensación de ser un paso atrás en una carrera inmaculada.. Y ahí radica el error, ya que este nuevo disco incorpora sonidos propios del synth, el Bass o el dubstep creando sorprendentes texturas sonoras como solo el trio alemán es capaz, entregando al fin y al cabo, un disco notable.
35. Parquet Courts – Human Performance
La inclasificable banda de Brooklyn vuelve por su fueros tras el desastroso “Monastic Living”. Las guitarras afiladas y los ritmos frenéticos de batería perfectamente sincronizados con la voz entre desganada y casual de Andrew Savage nos traen de nuevo esa mezcla de punk, garage y americana que tanto añorábamos, esa capaz de llevarte del subidón a la nostalgia calculada en apenas un par de canciones..
36. BadBadNotGood – IV
En un año en el que Jazz parece haber llegado a mas sectores del gran público, BBNG dan una vuelta de tuerca más a su arriesgado modo de ver el género y añade vocalistas y fusión con otros estilos como el soul, la electrónica o el hip hop. El resultado es ecléctico de narices, lleno de melodías complejas que a veces le dan al disco la apariencia de un batiburrillo sin sentido, pero que en global ofrece una experiencia única altamente disfrutable.
37. Teenage Fanclub – Here
Teenage Fanclub se acercan a sus compatriotas Belle and Sebastian en el que posiblemente sea el disco más pop de su carrera. Un sonido nítido que recuerda a The Byrds y unos estribillos sencillos, que apoyados en unas guitarras siempre certeras se alejan del power-pop de sus inicios para coquetear con sonidos más propios del folk y mostrar así su vertiente más romántica.
38. Iggy Pop – Post Pop Depression
Iggy ha ofrecido los mejores discos de su carrera cuando se ha rodeado de colaboradores, y en este caso se ha acompañado de Dean y Josh de Queens Of The Stone Age y Matt de Arctic Monkeys, consiguiendo que el sonido de la iguana sea lo más parecido posible al de una banda con un sonido contundente principalmente centrado en las guitarras. Rock sin florituras, a la vieja usanza, con un Iggy Pop en plan stoner en “German Days” o más delicado en la genial “Chocolate Drops”.. Si este es el disco final de su carrera, será un digno final.
39. Angel Olsen – My Woman
La de Missouri mantiene el nivel de Burn Your Fire For No Witness, aunque evoluciona desde él lo-fi folk a un rock en la línea de Courtney Barnett. Resulta curioso como la fragilidad de su voz y sus característicos cambios de ritmo consiguen casar con esta versión más dura sin perder una ápice de su fuerza, como se demuestra en la genial “Shut Up Kiss Me”.
40. Band Of Horses – Why Are You OK
Tras una pequeña travesía por el desierto con sus últimos discos, Ben Bridwell y compañía vuelven a encontrar el equilibrio entre lo tradicional y esa rabia que los de Seattle transmiten en sus hits atemporales como la mítica “The Funeral”. El disco pasa del pop en “Casual Party” al rock del dueto con J. Mascis en “In A Drawer” con una pasmosa facilidad y sin estridencias, por lo que ya podemos confirmar que los americanos están de vuelta.