Los catalanes Sidonie y Love of Lesbian fueron los encargados de cerrar el día del Pilar en la carpa de Interpeñas en la ciudad de Zaragoza. Sidonie abrió la velada con diez minutos de adelanto sobre el horario establecido en el cartel (Ver para creer un concierto que comienza antes de lo previsto, tan acostumbrados como estamos a que los artistas se hagan de rogar), causa quizás por la que la presencia de público fue menor en los instantes iniciales del show. El trio, que al igual que en su última gira se hace acompañar en directo por un guitarra, ha conseguido un sonido potente y limpio, con una actitud sobre el escenario mucho más madura que antaño, cuando sobretodo Jesús y Axel se encargaban de divertir al público posturitas o cambios de instrumentos (Aún hubo tiempo para un par de ellos en el concierto de ayer). Acostumbrado a verles en la su primera época (esa en la que cantaban en inglés..), sorprende el cambio realizado en su sonido, dejando paso a mayores efectos de guitarra y un batería mucho más marcada, demostrando una evolución muy parecida a la de un grupo con el que se les ha comparado constantemente como son Kula Shaker.
Para el arranque, optaron por centrarse en las canciones menos conocidas de sus últimos discos (La costa azul y El incendio), que sirvieron para que poco a poco el público fuese entrando en calor, a la vez que también ayudó a que los asistentes y peñistas más rezagados pudiesen encontrar su sitio en una carpa que empezaba a llenarse. A medida que el concierto avanzaba empezaron a llegar los primeros hits ("La costa Azul", "Fascinado"), que sirvieron para crear el climax necesario para presentar algunos de los temas de su nuevo disco, El Fluido Garcia. Como carta de presentación sonó el ya conocido “A mil años luz” y la más pausada “Tormenta de verano”, destacando en ambas la batería de Axel que sonó a las mil maravillas. Tras esta mini presentación el disco hubo momento para la nostalgia con “Sidonie goes to Varanasi”, que hizo a un servidor volver 10 años atrás y disfrutar como un enano del que sería el único momento con citar del concierto. El concierto se encaminaba a su final y Marc optó por cantar solo con la ayuda de su guitarra “Giraluna”, momento intimo sin duda del concierto y que sirvió para preparar al público de cara al sprint final.. Antes de los bises sonaría “Sidonie goes to Moog” y con el público totalmente entregado optarían por las bailables “Un día más en la vida” y “Nuestro baile de viernes”, antes de cerrar definitivamente el concierto con “El incendio”. Las sensaciones finales son positivas, aunque para el que os escribe un concierto sin “On the sofa” o “Zapped!”, y con tantas concesiones a los temas pop-rock facilones que podrían firmar los mismísimos Dorian, hacen que lo que podría haber sido un concierto de excelente se quede en un notable justito.
20 minutos después aparecían sobre el escenario Love of Lesbian, y como acostumbran a hacer últimamente, decidieron empezar el concierto con la exitosa “Club de fans de John Boy”, cumpliendo así los deseos de esos asistentes que solo acudían al concierto por haber escuchado esta conocida canción en los locales más diversos de la geografía española. Cualquiera que haya visto a Santi Balmes y Cia sabe que Love Of Lesbian nunca fallan en directo, con un espectáculo perfectamente engrasado, y con una complicidad sobre el escenario entre banda y público que pocas bandas pueden conseguir. El concierto fue un torrente de hits, repitiendo el setlist al que nos acostumbran los catalanes en esta gira que ya acumula más de dos años en la carretera. Los éxitos de 1999, o como.. se intercalaban con temas de sus anteriores discos, teniendo así la oportunidad de escuchar “El ectoplasma” tras “Noches reversibles” o “Mi primera combustión”.
Pese a que el sonido en las primeras canciones no fue tan perfecto como nos tienen acostumbrados, el show se “engrasó” a los pocos minutos. El concierto deja para la posteridad momentos memorables como la colaboración de Sidonie para cantar “Houston tenemos un poema”, el momento en el que Jordi Roig aparece con falda y torso desnudo (excepto por unas tiras de cinta adhesiva en los pechos) o el fin del concierto con “Marlene, la vecina del Ártico” y “Me amo”, que hizo las delicias de los fans que les seguimos desde hace años. Para finalizar, el ya mítico bailecito con “Algunas plantas” hizo que el público zaragozano se pusiese de nuevo a los pies de la banda catalana.
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