Muse – Drones (2015)

A lo largo de sus 2 últimos discos Muse ha querido hacer algo diferente, algo que algunos grupos deberían de hacer alguna vez en su carrera, sobre todo si los resultados son buenos. Estos cambios no han dejado a mucha gente indiferente, y se esperaba este último trabajo, Drones, para acabar de odiarlos o de amarlos. Con Drones han intentado dejar las facetas más experimentales detrás y volver a sus orígenes más rockeros, para ello han contado con la ayuda del productor de AC/DC ,Robert John "Mutt" Lange, con no muy buena suerte, ya que es en los temas más rock en los que el álbum flojea con riffs pueriles y falsetes innecesarios.

De hecho es el tema que abre el álbum “Dead Inside” el mejor del mismo, con un ritmo parecido a “Uprising” hace presagiar algo bueno, que se diluye rápidamente con “Drill Sergeant” (un corte de voz del típico sargento al estilo de “La Chaqueta Metálica”) y con “Psycho”, un tema con un estribillo que podría hacer las delicias de adolescentes en plena efervescencia hormonal pero que es de lo más simple que han hecho los británicos hasta la fecha. Con “Mercy” y “Defector” logran salvar algo los muebles apelando a sonidos épicos marca de la casa, aunque el despropósito sigue con el riff powermetalero de “Reapers”  o “The Handler”.

Con sus 3 últimos temas, “Aftermath”, la excesivamente larga “The Globalist” y “Drones” recuperan el sonido Opera Rock (con clara influencia a Queen) que ya nos mostraron en The Resistance, aunque llevado al extremo casi gregoriano y bastante soporífero. Tambien en este disco, y como ya vimos por ejemplo en The Resistance todos los temas narran una historia, en este caso y como suponíamos por el diseño del álbum, Bellamy nos cuenta la historia de opresión y liberación de una persona que logra infiltrarse en algún tipo de ejército o agencia.

Con Drones, Muse se aleja de lo que fue su mejor época y de los últimos trabajos y nos muestra un Matt Bellamy más rockero que nunca, pero con unos temas propios de la primera música que oye un adolescente que de lo que en su día fueron discos como Showbiz o Absolution, llegando a afirmar por el que escribe que puede ser el disco más flojo de la banda. Incluso el leit motiv del disco, a pesar de poder tener cierto resquicio de actualidad acaba diluyéndose en letras demasiado reivindicativas y/o tópicas.